La siderúrgica ArcelorMittal o el gigante de la alimentación Kraft Heinz se encuentran entre las 12 empresas con deuda denominada en euros y con calificación ‘basura’ que cotizan con un rendimiento negativo, frente a dos a principios de año, según datos recopilados por Bloomberg. Si bien esa es todavía una proporción muy pequeña de la deuda total, es una señal de la creciente sed de activos de más riesgo en un entorno de rendimientos decrecientes y bancos centrales extremadamente generosos.
Los inversores se están acumulando en bonos basura a un ritmo récord este año, con emisiones que superan los 91.000 millones de euros hasta ahora, de acuerdo con datos de la agencia estadounidense. Eso ha hecho que los rendimientos sean más bajos e incluso en territorio negativo en algunos casos. Además, la reapertura económica gracias al avance de la vacunación está haciendo que algunas empresas muy golpeadas por la crisis empiecen a ser vistas con mejores ojos por los inversores.
“Estamos nuevamente en un entorno de rentabilidades realmente bajas y los inversores buscan obtener rendimiento donde puedan”, explica Henrietta Pacquement, directora de crédito de grado de inversión para Europa de Wells Fargo Asset Management.
Si bien poseer bonos con rendimiento negativo puede parecer una propuesta inviable, no carece del todo de beneficios, ya que los inversores aún pueden obtener un rendimiento positivo si los precios de los bonos, que se mueven de forma inversa a la rentabilidad, siguen aumentando.
De hecho, una cuarta parte de todos los bonos mundiales rinden ahora por debajo de cero, mientras que solo un tercio del mercado mundial de renta fija ofrece rendimientos superiores al 1%, según los analistas de Bank of America. Y el aumento de la deuda con rendimiento negativo está empujando a los inversores a buscar mejores rentabilidades.
Además, Bloomberg señala que los rendimientos negativos en el mercado europeo de bonos basura pueden estar impulsados por factores técnicos, como fechas de liquidación cercanas, en algunos casos. Asimismo, el repunte de la pandemia también está ayudando a los nombres de alto rendimiento en los sectores de viajes, hotelería y ocio.
Es un fenómeno que Barnaby Martin, estratega crediticio europeo de BofA no espera que desaparezca pronto. “Los volúmenes están aumentando y continuarán haciéndolo a medida que los rendimientos generales se reduzcan aún más”, avisa.