De acuerdo con Eurostat, ya antes de la pandemia (en 2019) un 26,1% de los adultos europeos con una discapacidad vivía en hogares cuyos recursos financieros no cubrían sus gastos habituales necesarios. La cifra se compara con el 16% entre la población adulta sin discapacidad. Incluso si se limitan los datos a las dificultades financieras más severas, el porcentaje es todavía muy elevado, de un 9,7% de los adultos con discapacidad.
Si se analiza por países, la situación más extrema la viven en Grecia (42,3%) y Bulgaria (35,4%), mientras que España se encuentra también por encima de la media europea, con un 12,2%. Alemania y Finlandia, ambas con porcentajes inferiores al 4%, se sitúan como los países que menos dificultades presentan en este asunto.