Telefónica está interesada en entrar en los mercados de Cuba y Costa Rica, anunció la pasada semana el presidente del área de Latinoamérica, José María Álvarez Pallete, en el marco del XXIII Encuentro de Telecomunicaciones de la Universidad Menéndez Pelayo.
El interés de Telefónica en el operador cubano Etecsa, está supeditado, no obstante, a que Telecom Italia, socio minoritario del Gobierno cubano con un 27%, pusiera en venta finalmente su participación. «Las cotas de penetración de los servicios de telecomunicaciones son menores que los de otros países», explicó Pallete en referencia a Cuba, un mercado de 11 millones de habitantes.
Dentro de este mismo encuentro, pero en referencia a Europa, el consejero delegado de Telefónica, Julio Linares, destacó que “la reciente regulación europea no ha estimulado el desarrollo del sector, ha generado incertidumbre y se ha mostrado insensible ante la crisis”. Linares estima que las nuevas normas del ‘roaming’ y las tarifas de terminación de llamadas móviles ha mermado en 40.000 millones de euros los ingresos de las compañías de telecomunicaciones, al tiempo que ha derivado en un recorte de inversiones valorado en 6.000 millones”.
“La bajada de los precios no ha venido acompañada por un incremento proporcional de la demanda y, por lo tanto, de los ingresos del sector”, explicó Linares. Esta caída de las inversiones ha disparado todas las alarmas entre los analistas del sector, que anticipan con preocupación las consecuencias a medio plazo que puede tener la reducción de las inversiones para el despliegue de las nuevas redes de alta velocidad (tanto en fijo como en móvil), de las que depende el progreso de la sociedad de la información y buena parte de la competitividad de la economía.
Linares advirtió que el desarrollo de las redes de nueva generación en Europa se aleja de los valores que registran otras regiones del mundo, como Japón, Corea del Sur o EEUU, donde el porcentaje de fibra óptica sobre el total de banda ancha se sitúa en el 48%, 44% y 6%, respectivamente, mientras que en Europa representa sólo el 2%.
Este retraso es aún más notable en el caso del mercado español. Apenas cinco mil clientes domésticos cuentan con esta tecnología, que, en el primer trimestre, supusieron menos del 1% de las altas totales de usuarios de banda ancha.
Linares, además, criticó que la UE “no se ha ocupado de otros problemas, como la importante presencia pública en empresas del sector o el desarrollo de nuevas infraestructuras”. Por ello, abogó por la necesidad de emprender un cambio en la actual política de telecomunicaciones europea, ahora que la CE está finalizando su mandato actual, con lo que existe “una oportunidad única”.
“Para el directivo, si bien la crisis repercute en todos los sectores, el de las telecomunicaciones es el menos afectado.
“La salud de nuestro sector contribuirá a la recuperación económica que todos esperamos”, destacó Linares, quien añadió que espera que “lo que no ha conseguido la crisis no lo consiga la política impositiva”.
Telefónica se ha convertido además en la compañía líder del sector de telecomunicaciones mundial por criterios de sostenibilidad al encabezar el índice Dow Jones Sustainability (DJSI). En su revisión anual, la agencia de ‘rating’ que evalúa la gestión de la sostenibilidad de las empresas, Sustainable Asset Management (SAM) teniendo en cuenta los aspectos económicos, medioambientales y sociales, ha valorado a la operadora con una puntuación de 86 (81,4 puntos en 2008), lo que supone 28 puntos porcentuales más que la media del sector.
“Telefónica no sólo ve en la gestión sostenible una necesidad sino sobre todo una oportunidad para diferenciarse y aumentar nuestro valor a largo plazo. Ser líderes en sostenibilidad en nuestro sector según Dow Jones Sustainability es para nosotros la prueba de que estamos haciendo bien las cosas. De hecho, supone anticipar en dos años la consecución de nuestro objetivo para 2011: encabezar el Dow Jones Sustainability.