En concreto, entre los grupos con mayor influencia positiva en el IPC destacó la ‘vivienda’, con una variación del 3,2%, más de tres puntos superior a la del mes anterior, debida a los incrementos de los precios de la electricidad, mayor este mes que en 2020, y, en menor medida, del gas, frente a la bajada del año anterior.
También contribuyó al regreso del IPC a tasas positivas el grupo de ‘alimentos y bebidas no alcohólicas’, cuya tasa aumentó seis décimas hasta el 1,7%. Este comportamiento es consecuencia de las subidas de los precios de las legumbres y hortalizas y del agua mineral, refrescos y zumos, mayor este mes que en 2020. También influyó, aunque en menor medida, que los precios de las frutas bajaron en enero del año pasado más que este año.
El grupo de ‘ocio y cultura’ registró una variación del 0,1%, casi dos puntos más que en diciembre, causada porque los precios de los paquetes turísticos bajaron más en enero de 2020 que este mes.
Por último, el ‘transporte’ se incrementó en su tasa anual más de un punto, hasta el –3,2%, como consecuencia de las subidas de los precios de los automóviles, frente a la estabilidad registrada el año pasado, del transporte aéreo de pasajeros, que bajaron en 2020, y de los carburantes y lubricantes para el transporte personal, mayor este mes que el año anterior
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó cinco décimas, hasta el 0,6%, con lo que se sitúa una décima por encima de la del IPC general.
En enero la tasa de variación mensual del IPC general fue del 0,0%.