Esta afirmación del Gobierno se sustenta sobre los propios datos que el departamento que dirige Darias viene recogiendo desde el pasado 1 de noviembre sobre el impacto del coronavirus en diferentes grupos de edad, en los que compara la gravedad de la enfermedad entre personas vacunadas y no vacunadas.
Según los datos oficiales recogidos por Servimedia, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio ha analizado la evolución de cerca de un millón de personas sobre las que tiene información cruzada de vacunación y hospitalización tras contagio por covid-19.
De 674.475 ciudadanos contagiados en los dos últimos meses pese a contar con pauta completa de vacunación, 1.207 sufrieron la enfermedad de manera grave y acabaron falleciendo, lo que supone un porcentaje de mortalidad del 0,178% entre los que requirieron algún tipo de hospitalización.
Por su parte, entre 179.846 personas que no habían recibido ninguna dosis de la vacuna hubo durante el mismo periodo de tiempo 471 que perdieron la vida al desarrollar la covid-19 de manera severa. En este caso, la tasa de mortalidad asciende al 0,261% entre los que necesitaron atención médica.
Pero el riesgo entre vacunados y no vacunados se aprecia muchísimo más cuando el cálculo se realiza teniendo en cuenta a toda la población afectada, lo cual queda plasmado en los informes periódicos del Gobierno por tramos de edad.
LOS MAYORES, HASTA 20 VECES MÁS
El efecto positivo de las vacunas se nota especialmente en los grupos de edad más avanzados, en particular entre las personas de 60 a 79 años. En esta franja, el Ccaes contabiliza 120.485 casos de personas contagiadas, de las cuales 101.377 son vacunadas y 15.192 no vacunadas. Entre los primeros la tasa de infección está en 142,16, mientras que en los segundos se eleva a 1.050,53.
Las cifras son aún más llamativas en los casos de enfermedad grave. Los vacunados tienen una tasa de ingreso en hospital de 7,54, de tratamiento en UCI de 0,99 y de fallecimiento de 0,58. Por el contrario, los no vacunados corrieron mucho más peligro porque su tasa de atención sanitaria sube a 127,58, la de ingreso en UCI a 28,97 y la de muerte a 11,48.
Esto supone casi 20 veces más opciones de morir que los vacunados, 29 veces más de requerir cuidados especiales en UCI y 17 veces más de tener que ingresar en un hospital para tratarse de la covid-19.
Parecida es la situación en los mayores de 80 años, en los que se han comparado 20.115 casos de contagiados. Entre los vacunados hubo una tasa de contagio de 77,07, mientras que entre los no vacunados fue de 475,91 (seis veces más). Quienes tenían pauta completa tuvieron una tasa de hospitalización de 14,25 frente a 137,49 de los no vacunados (casi diez veces más).
La diferencia es aún más notable en la UCI, con una tasa de 0,28 entre los vacunados y de 5,01 entre no vacunados (casi 18 veces más). Los datos reflejan un riesgo parecido de morir, ya que la tasa de fallecimiento entre vacunados fue de 3,13 mientras que entre no vacunados se elevó a 51,95 (16 veces más).
Los datos también demuestran la eficacia de las vacunas en la población más joven. En la población de 30 a 59 años, los vacunados tienen una tasa de moralidad de 0,06 mientras que en los no vacunados es de 0,25 (casi cinco veces más). Por su parte, entre 12 y 29 años, la tasa de fallecimiento es de 0,01 para los vacunados frente al 0,06 de los no vacunados (seis veces más).