Anteriormente, varios medios de comunicación informaron que Israel había recomendado a las fuerzas de mantenimiento de la paz que se retiraran de algunas posiciones en el sur del Líbano.
«Las fuerzas de mantenimiento de la paz permanecen en todas las posiciones y la bandera de la ONU sigue ondeando. Ajustamos regularmente nuestras acciones y tenemos planes de contingencia que activaremos si es necesario», señaló Tenenti en un comunicado citado por el servicio de prensa de la Unifil.
Israel y el Líbano se encuentran en una guerra no declarada desde el 8 de octubre de 2023, cuando el movimiento chií libanés Hizbulá comenzó a lanzar misiles y drones hacia las comunidades del norte del Estado hebreo como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, que, a su vez, respondió a cada ataque.
Decenas de miles de israelíes residentes en el norte fueron desplazados a otras zonas del país.
Las acciones de ambos bandos han ido escalando, Israel ha eliminado a decenas de altos cargos de Hizbulá, incluido su líder, Hasán Nasralá, en los últimos dos meses, y se teme que el conflicto pueda convertirse en una guerra abierta o, incluso, una regional.
El 1 de octubre Israel inició una invasión terrestre en el sur de Líbano tras fuertes bombardeos aéreos masivos de septiembre, que han dejado más de 1.000 muertos, entre ellos niños y mujeres, según los datos oficiales libaneses.