El portal inmobiliario Idealista destaca que, aunque los ingresos familiares han aumentado, el esfuerzo hipotecario se ha reducido frente a 2020, pasando del 15% al 14% actual. Esto se debe principalmente a la bajada de los tipos de interés, que ha hecho más llevadero el pago de préstamos para vivienda.
En todas las capitales de provincia españolas —excepto Oviedo—, las personas que compraron una vivienda en 2020 realizan hoy un menor esfuerzo económico. Málaga lidera la caída, donde la tasa de esfuerzo ha pasado del 21% al 18%. Otras ciudades como Barcelona, Palma, Bilbao o Valencia también presentan reducciones notables.
Comprar vivienda es hoy más asequible que hace cinco años en casi toda España, con una especial mejoría en Málaga.
El alquiler se dispara en todas las ciudades
En el lado opuesto, el mercado del alquiler ha empeorado notablemente. La proporción de ingresos destinados al pago de la renta ha aumentado en casi todas las capitales desde el cuarto trimestre de 2020, excepto en Melilla.
Palma y San Sebastián registran los mayores incrementos, pasando del 28% al 32%. Les siguen Bilbao (del 27% al 31%) y Las Palmas de Gran Canaria (del 25% al 29%). Ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, A Coruña, León, Oviedo y Vitoria también presentan un aumento de tres puntos porcentuales en el esfuerzo.
En todas las grandes ciudades españolas, alquilar una vivienda consume cada vez una mayor proporción de los ingresos familiares
Cambiar de casa dispara aún más el esfuerzo
Además del aumento generalizado de los precios, mudarse de vivienda supone un esfuerzo aún mayor. Según Idealista, quienes buscan ahora un nuevo alquiler se enfrentan a un mercado mucho más caro que aquellos que mantienen contratos antiguos.
La mayor diferencia se observa en Barcelona, donde pasar de un contrato firmado en 2020 a uno nuevo implica un salto del 34% al 49% de los ingresos destinados al alquiler, es decir, 15 puntos porcentuales más.
Situaciones similares se viven en Palma y Valencia (13 puntos más), Segovia y Málaga (11 puntos más). En Madrid, las familias que buscan una nueva vivienda deben destinar 9 puntos porcentuales más de su salario que aquellas que siguen con su arrendamiento anterior.