En concreto, la calificadora de riesgos degradó en un escalón la nota de solvencia de Fastpartner, rebajándola a ‘Ba1’ desde ‘Baa3’ y situándola además en revisión para posibles rebajas adicionales.
La decisión de Moody’s refleja el rápido aumento de las tasas de interés combinado con los subsiguientes desafíos de los mercados de capital con unos márgenes crediticios cada vez mayores, que continúan aumentando significativamente los costes de financiación reflejados en índices de cobertura de intereses más débiles.
No obstante, Moody’s espera que el desempeño operativo de Fastpartner se mantenga sólido durante los próximos trimestres con un mayor crecimiento de las rentas netas debido a las rentas vinculadas a la inflación en una parte importante de la cartera o la capacidad de renegociar las rentas.
«Sin embargo, en opinión de Moody’s, es poco probable que estas mejoras sean suficientes para compensar la presión sobre las valoraciones y los mayores costes de financiación», indicó la agencia.
En respuesta a la bajada de calificación crediticia, Sven-Olof Johansson, consejero delegado de Fastpartner, subrayó que la inmobiliaria ha trabajado mucho en reforzar su estabilidad financiera mediante la extensión de los términos de sus préstamos bancarios existentes.
«El significado de estas medidas es que tenemos liquidez para atender todos los vencimientos de deuda a un plazo superior a 30 meses», señaló el ejecutivo, para quien, a la luz de esto y de la proporción relativamente baja de préstamos de bonos pendientes de la compañía, la bajada de calificación crediticia «tiene una importancia marginal» para las operaciones diarias de la compañía.
OTRAS EMPRESAS QUE PERDIERON EL GRADO DE INVERSIÓN
La empresa inmobiliaria se une a una creciente lista de ‘ángeles caídos’ que han visto cómo sus calificaciones abandonaban la categoría de grado de inversión y entraban en la de alto rendimiento. Los cambios en la calificación agravan la escasez de financiación en uno de los mercados más frágiles del sector inmobiliario europeo, ya que gran parte de la deuda es a corto plazo y a tipo variable.
Según recuerda la agencia Bloomberg, gracias al grado de inversión, empresas como Samhallsbyggnadsbolaget i Norden AB y Fastighets AB Balder pudieron obtener miles de millones de dólares de deuda en los mercados de bonos durante la era de los tipos de interés cero. Pero con el repunte de los tipos de interés y la perspectiva de una caída de las valoraciones inmobiliarias, los arrendadores se han visto cada vez más incapaces de defender sus calificaciones crediticias a pesar de los esfuerzos por deshacerse de activos y buscar financiación bancaria alternativa.