“Será negativo en todo el mundo”, ha subrayado la francesa durante una entrevista con la emisora irlandesa Newstalk, según Europa Press, donde ha advertido de que “la densidad y la durabilidad del impacto” variarán en función del alcance de las medidas, de los productos a los que se dirigen, de su duración, así como de si hay negociaciones o no.
En este sentido, la presidenta del BCE ha reconocido el efecto sobre la incertidumbre de las tensiones comerciales provocadas por EEUU, lo que reduce la previsibilidad, ya que, a pesar de no saber aún qué anunciará Trump, lo que se sabe “es que no será bueno para la economía global ni para quienes imponen las tasas ni para todos aquellos que toman represalias”.
“Va a perturbar el mundo del comercio tal como lo conocemos”, ha asegurado Lagarde, quien ha recordado, no obstante, que tales escaladas de aranceles, que resultan perjudiciales, incluso para quienes las imponen, “conducen a mesas de negociación donde la gente realmente se sienta y discute y, finalmente, elimina algunas de esas barreras”, recoge la citada agencia.
Por otro lado, la banquera central de la zona euro ha defendido la buena marcha del proceso desinflacionario en la eurozona, aunque ha señalado que todavía no se ha alcanzado el objetivo. “Aún queda un poco de trabajo por hacer”, ha indicado.
De este modo, si bien anticipa que habrá ‘baches’ en el camino, Lagarde ha subrayado la relevancia del enfoque a medio plazo para alcanzar de manera sostenible la meta de estabilidad de precios del 2%.