La quinta reunión ministerial de la Alianza ha acordado dar un impulso a este macroproyecto que presenta dos desafíos principales: el suministro de materias primas para la fabricación y la formación de trabajadores cualificados para este subsector industrial de gran futuro.
Respecto a las materias primas se constituirá una mesa para estudiar la extracción sostenible y publicar una guía que recoja los principios de la UE en este segmento. También se ha decidido que se utilice el Fondo de Transición Justa, destinado a paliar los efectos del cierre de las explotaciones mineras, para favorecer el desarrollo de esta tecnología. Y se anima a los estados miembros a poner en marcha proyectos de baterías financiados por el Fondo de Recuperación y Resiliencia.
Alianza Europea de Baterías
Desde la puesta en marcha de la Alianza Europea de Baterías en octubre de 2017, la UE ha visto surgir unos 70 proyectos industriales y niveles de inversión récord. En particular, la Comisión aprobó dos importantes proyectos de interés común europeo sobre baterías, en enero de este año y en diciembre de 2019, en los que participan 59 empresas de 12 Estados miembros y que representan un valor previsto de unos 20 000 millones de euros de inversión privada y pública combinada. En diciembre de 2019, la Comisión también propuso un nuevo Reglamento sobre baterías centrado en la sostenibilidad y la circularidad. En los proyectos participan entidades públicas y privadas.
En España el Gobierno aprobó el mes pasado una estrategia de almacenamiento de energía que incorpora las baterías como elemento fundamental. Y unos días antes se constituyó Battchain un consorcio impulsado por la industria ante la creciente demanda de baterías y para acelerar la recuperación ecológica que pretende Europa, encuadrado dentro del proyecto comunitario.
El consorcio cree que podrá poner en marcha proyectos que supondrán más de 1.200 millones de euros de inversión, crearán 1.700 puestos de trabajo directo y 12.000 indirectos, y se espera que la facturación alcance los 2.400 millones de euros en 2030. Todo ello significará la reducción de aproximadamente 1,5 millones de toneladas de CO2.
Se prevé la extracción 15.000 toneladas anuales de hidróxido de litio, una fábrica de celdas de 10 Gw, una planta de ensamblaje de baterías con capacidad anual de 120.000 paquetes, una fábrica de ensamblaje de hasta 20.000 vehículos eléctricos y una planta de reciclaje y segunda vida. El consorcio está encabezado por EIT InnoEnergy y reúnes a entidades y empresas de varias comunidades autónomas españolas.
Para hacer posible todo esto tanto el vicepresidente de la Comisión Maros Sfecovic, como el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, han insistido en la importancia de mejorar la formación profesional dadas las exigentes características de este subsector industrial.