La decisión coincide con una nueva llamada de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, de potenciar la vacunación en todos los países europeos, mientras una nueva ola avanza imparable en varios países del norte, el centro y el este de Europa. Alemania está en las peores cifras desde que ha comenzado la pandemia. Austria ha decidido un nuevo confinamiento. Y en el este de Europa las cifras de vacunación son muy bajas y en algunos países no alcanzan el 40% de la población.
El comisario Reynders insistió en mantener las fronteras abiertas y descargar la responsabilidad sobre los ciudadanos de modo que si no demuestras estar vacunados tendrán que aceptar las medidas restrictivas que apliquen los diferentes estados miembros.
Bruselas sigue aceptando el denominado “freno de emergencia” que permite a los diferentes países aplicar medidas más estrictas para evitar la expansión del virus en esos territorios. Se seguirá manteniendo el semáforo por regiones para comer las zonas más y menos afectadas.