«Nuevas reglas establecen las siguientes metas: una reducción del 55% de emisiones de CO2 para automóviles nuevos y del 50% para furgonetas nuevas entre 2030 y 2034 frente a los niveles de 2021; una rebaja del 100% de emisiones de CO2 tanto para automóviles como para furgonetas nuevos a partir de 2035», informa el comunicado.
Prácticamente, las nuevas normas prevén el cambio a los vehículos eléctricos, con excepción para los automóviles que utilizan combustible sintético neutro en carbono. En particular, en el documento se mencionan los electrocombustibles (e-fuels).
La UE apuesta por los beneficios de los vehículos eléctricos, pese a que en los próximos años las emisiones nocivas puedan producirse durante la generación de energía eléctrica.
Al mismo tiempo, la UE espera haber pasado gradualmente a la producción de energía eléctrica completamente limpia para 2050.