En concreto, los accidentes laborales registraron en el segundo parcial del año un ligero incremento interanual del 0,1% que elevó la siniestralidad hasta los 60,3 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados.
Esta ligera variación esconde una gran disparidad en los resultados de las diferentes comunidades autónomas, señala Adecco. Navarra, pese a un incremento del 0,5%, permanece como la región con un mayor número de siniestros, con 82,9 por cada 10.000 ocupados. Le siguen Castilla-La Mancha (76,6), donde se dispararon un 14,7%, y Aragón (72,4), con una subida del 14,5%.
En la situación opuesta, las tres regiones con menor siniestralidad fueron Canarias (48,9), la Comunidad de Madrid (51,2) y Galicia (52,8).