La líder de extrema derecha Marine Le Pen se ha pasado la mañana del viernes en el Kremlin reunida con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y con representantes del Parlamento ruso. Lo ha hecho a un mes de la primera vuelta de las elecciones francesas (23 de abril) y sin avisar, aumentando las suspicacias a una posible injerencia rusa en esos comicios.
Jueces, fiscales, policías y políticos de Estados Unidos aseguran que la participación rusa estuvo detrás de determinadas operaciones mediáticas e informáticas destinadas a favorecer la candidatura de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Algo que podría volver a suceder en Francia, y que de ser cierto no distaría mucho de las acciones llevadas a cabo por Estados Unidos en diversos procesos democráticos de América Latina.
Владимир Путин встретился с лидером политической партии Франции «Национальный фронт» Марин Ле Пен https://t.co/GuQv4abUVX pic.twitter.com/SS2caNbY7t
— Президент России (@KremlinRussia) 24 de marzo de 2017
En cualquier caso, Vladimir Putin ha asegurado que “de ninguna manera queremos influir en los acontecimientos, pero nos reservamos el derecho de hablar con los representantes de todas las fuerzas políticas, como hacen también nuestros socios incluso en Europa y EEUU”, en declaraciones recogidas por la Agencia EFE.
La líder del Frente Nacional y el presidente ruso han coincidido en que la relación bilateral entre ambos países es muy importante, basada en unos profundos lazos culturales, económicos y estratégicos, y que eso es lo que justifica la reunión. Además, Le Pen considera que el encuentro con Putin ruso es muy importante ante “la amenaza terrorista mundial”.