Su oficina ha confirmado este lunes que el test realizado el pasado viernes no ha detectado ningún tipo de narcótico en el organismo de la primera ministra, que ha corrido personalmente con los gastos de esta prueba.
La propia Marin, de 36 años, descartó ante los medios que hubiese tomado drogas y sólo admitió el consumo de alcohol. A pesar de esto, accedió a someterse a la prueba para esclarecer cualquier duda y después de que parte de la oposición se lo pidiese, recoge Europa Press.