La decisión del presidente Donald Trump de imponer nuevos aranceles ha encendido las alarmas en el sistema económico mundial. De acuerdo con expertos de Naciones Unidas, el comercio internacional podría contraerse hasta un 3%, mientras que la incertidumbre y la falta de previsibilidad amenazan con afectar gravemente las decisiones empresariales en tiempo real.
Pamela Coke-Hamilton, directora del Centro de Comercio Internacional (ITC), ha señalado que la medida no solo tendrá repercusiones inmediatas, sino que también podría remodelar alianzas comerciales regionales que aún no han sido plenamente exploradas.
Cadenas de suministro en riesgo
La experta ha subrayado que habrá «cambios en las cadenas de suministro y una reevaluación de las alianzas globales», lo que traerá consigo transformaciones geopolíticas y económicas de gran calado.
«México, China y Tailandia, pero también países del sur de África se verán especialmente afectados, junto con el propio Estados Unidos», ha afirmado Coke-Hamilton
Además, advirtió sobre el impacto de la represalia arancelaria de China contra los productos estadounidenses, que agrava aún más las tensiones. En el caso de México, sus exportaciones ya se han alejado de mercados tradicionales como EEUU, China y Europa, buscando modestas oportunidades en Canadá, Brasil e India.
La incertidumbre como principal enemigo
La economista criticó duramente la pausa de 90 días anunciada por Donald Trump en la aplicación de los nuevos gravámenes, asegurando que no resolverá los problemas estructurales del comercio internacional.
«El hecho de que no haya estabilidad ni previsibilidad afectará al comercio, a las empresas y a las decisiones que se toman en tiempo real», advirtió Coke-Hamilton
Esta prórroga, lejos de calmar las aguas, podría prolongar la volatilidad en los mercados, ya que no ofrece garantías a largo plazo para los inversores ni para los exportadores.
Un escenario más duro e inestable
La directora del ITC recordó que el sistema económico mundial ha enfrentado temblores similares en el pasado, pero advirtió que la situación actual podría ser más grave.
La advertencia llega después de que Trump anunciara el pasado miércoles una pausa en la implementación de los aranceles decretados el 2 de abril a todos los países que han iniciado negociaciones, reemplazándolos temporalmente por un gravamen del 10%, mientras que los impuestos a China se elevaron al 125%.