En un comunicado publicado en la red social X, Ghebreyesus estima que, de los 207 centros de atención primaria existente en el sur de Líbano y en el sur de la capital, Beirut, un centenar han cerrado por la escalada de violencia.
Asimismo, y como consecuencia del «daño estructural» provocado por los ataques, cinco hospitales del país han tenido que suspender sus operaciones.
El director general de la OMS avisa de que el número de heridos «sigue aumentando» — el Ministerio de Salud libanés cifra los muertos en unos 2.000 y los heridos en torno a los 10.000 — y que «el sistema sanitario libanés ya está sufriendo para asumir esta carga por los limitados recursos humanos y material»
«Llamamos a la protección urgente de los pacientes y de los trabajadores sanitarios, y llamamos a la paz», ha remachado el director general de la OMS.