La importancia de los seguros de responsabilidad civil en las empresas

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La importancia de los seguros de responsabilidad civil en las empresas

Firma de un seguro
Firma de un seguro

Estas pólizas aportan numerosas ventajas a las empresas: protección patrimonial, avalar los riesgos empresariales o defensa jurídica.  

En el desarrollo de la actividad profesional, empresarial o comercial pueden surgir incidentes que dañen a terceros. Aunque se apliquen rigurosamente las mejores prácticas y se adopten todas las precauciones posibles en nuestro entorno profesional, es imposible tener el control absoluto de la situación, ya sea por acciones, omisiones o negligencias, que pueden provocar perjuicios a otros. Aquí es donde entran en juego los seguros de responsabilidad civil en las empresas, que cubren los daños materiales, personales o económicos.  

Estas pólizas aportan numerosas ventajas a las empresas. Una de ellas, y quizás la más importante, es la protección patrimonial, porque el seguro se encargará de cubrir las indemnizaciones en caso de un daño a un tercero, sin que la economía y el patrimonio del empresario y su compañía se vean afectados.  

También avala los riesgos empresariales. Como se decía al principio, incluso cuando se ejerce la debida diligencia y se actúa con profesionalidad, la actividad de una empresa conlleva ciertos riesgos inherentes. Por eso, resulta esencial contar con esta salvaguardia frente a posibles reclamaciones de terceros perjudicados.  

Otra de sus ventajas es que proporcionan asesoramiento legal en el proceso de negociación con los reclamantes previo a la celebración de un juicio, algo que puede permitir eludir el mismo al gestionar, intermediar y facilitar acuerdos extrajudiciales.  

Además, en algunos casos, se requieren para cumplir con la ley. En función de la actividad profesional que se desarrolle, es obligatorio o no contar con este seguro, tal y como se tipifica en la legislación vigente. Por ejemplo, es ineludible en el caso de agencias de viajes, empresas de eventos, clínicas médicas, transportes colectivos o despachos de abogados. Igualmente, para aquellos oficios en los que para desarrollar la actividad se utilice un vehículo a motor.  

En cualquier caso, aunque no sean obligatorios para todos los tipos de actividad empresarial, sí resultan recomendables para garantizar tranquilidad.  

Existen varios tipos de responsabilidad civil en los que pueden incurrir las empresas, por lo que la elección de la póliza adecuada dependerá de la naturaleza de la actividad profesional del empresario y del alcance de su negocio. Así, deberá seleccionar la cobertura que brinde la mejor protección en función de estas consideraciones.  

También hay diferencias entre un seguro de responsabilidad civil general y uno profesional. Por ejemplo, en el caso de los primeros, cubre daños personales y materiales, al igual que daños económicos a terceras personas, causados en el ejercicio de actividades empresariales no profesionales.  

Mientras tanto, el seguro de RC profesional abarca en líneas generales la cobertura de los daños económicos que se puedan generar de errores, omisiones o negligencias en la ejecución de la actividad profesional, así como daños materiales y/o personales que sean consecuencia de estos; es decir, que contempla daños causados por el profesional. 

Por otro lado, los conocidos como seguros de D&O están dirigidos a los administradores, altos cargos y directivos de empresas de todo tipo de tamaño y de sector, protegiendo su patrimonio y otorgándoles cobertura de los gastos legales necesarios para la defensa jurídica de forma anticipada, así como de las posibles indemnizaciones y fianzas a las que tengan que hacer frente, siempre que no se haya demostrado ningún comportamiento doloso.  

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