Así lo explicó en una entrevista con Servimedia la presidenta de Médicos Sin Fronteras (MSF) España, Paula Gil, tras alertar del incremento y agravamiento de las discapacidades a causa de este conflicto.
Hay además unos 90.000 heridos “que no pueden seguir un tratamiento correcto” para superar los daños sufridos, destacó. Entre ellos, muchos “tienen quemaduras, otros han perdido la vista o han desarrollado infecciones después de ser operados”, prosiguió, y todo esto puede derivar en discapacidad.
“Si algún día termina (este conflicto), tendremos que hacer un esfuerzo enorme” para identificar a las personas que sufren discapacidad y prestarles la atención adecuada, según consideró.
En este punto, Gil resaltó que no son solo las personas que han sufrido amputaciones, sino todas aquellas con enfermedades crónicas que no reciben los tratamientos que necesitan, incluidas las que presentan problemas de salud mental.
En realidad, el número de personas que pueden haber adquirido una discapacidad resulta “imposible de calcular”, admitió.
Hizo hincapié en los casos de personas con cáncer o que reciben diálisis y exigió a Israel que los pacientes puedan ser evacuados fuera de la Franja.
Gil se refirió asimismo a los graves problemas de salud mental que la población gazatí arrastra, en un contexto en el que “no hay esperanza”, en el que “ya no ven salida”.
Por un lado están “los nuevos pacientes, que se han enfrentado a situaciones dolorosísimas”, apuntó, a los que se suman todas esas personas que seguían un tratamiento y que “se han quedado sin medicación”.
En su opinión, se avecina “toda una serie de pacientes silenciosos y de muertes silenciosas” vinculada a la falta de medicinas y de tratamiento.
Gil subrayó finalmente cómo las personas con discapacidad se enfrentan a unas condiciones de vida “todavía más difíciles” que el resto de sus compatriotas, porque la entrada de sillas de ruedas, bastones, prótesis y todo tipo de artículos a la franja “ahora mismo está bloqueada”.
Pese a las indicaciones de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) a Israel, “la ayuda entra a cuenta gotas”, denunció Gil, y los camiones con toneladas de suministros “siguen bloqueados en la frontera”.
Además, los tratamientos y terapias que muchos seguían se han interrumpido, y puso como ejemplo la clínica de rehabilitación y fisioterapia que MSF gestionaba en el norte de Gaza. “Directamente, ya no existe”, declaró. “Por no hablar de lo difícil que resulta transitar entre ruinas” para una persona en silla de ruedas o que utiliza un bastón, recordó.
La compañía ha registrado una de las tres mayores caídas del día en el Ibex…
Durante el fin de semana, Trump decidió imponer aranceles a las importaciones provenientes de México,…
La agencia ha explicado que tanto la producción como los nuevos pedidos volvieron a crecer…
En una reunión telemática del Comité Ministerial de Seguimiento Conjunto (JMMC por sus siglas en…
Así se ha pronunciado en su discurso ante la Junta Directiva Nacional de PP --máximo…
Así lo ha señalado en rueda de prensa antes de participar en una conferencia organizada…