La exposición pública, estar constantemente bajo juicio ajeno, es un lugar de inseguridad y estrés. Enemigos y espejos en todas partes que muestran – en ocasiones con ensañamiento– los presuntos puntos débiles de uno, y los fuertes del otro.
En los últimos años son muchos los cueros capilares que han evolucionado considerablemente.
Una de las teorías más habituales y extendidas por redes sociales señala al líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Necesitas un arreglito capilar Alberto Carlos pic.twitter.com/xI12KCOVR4
— QUID PRO QUO (@MtezQuid) 14 de septiembre de 2018
Junto a él, Ignacio Aguado, líder del partido en la Comunidad de Madrid, y Santiago Abascal, referente de Vox.
Entre políticos históricos, José Bono. El exministro de Defensa luce una melena etérea que, al contrario del no bigote de Aznar, no se ve aunque esté.
Pepe Bono fue a la reunión con @Pablo_Iglesias_ para pedirle pelo de su coleta e injertarlo en su calvorota. pic.twitter.com/R6VNkXg9A3
— Enrique Hidalgo León (@enrilink) 25 de enero de 2015