El retroceso fue mayor al previsto por la entidad, que esperaba que el Producto Interior Bruto (PIB) descendiera solo un 0,1 % en el cierre del 2024.
Aunque el consumo privado aumentó y el Estado gastó más, las exportaciones alemanas fueron notablemente inferiores a las del trimestre anterior, según Destatis.
El PIB también cayó un 0,2 % a lo largo de todo el 2024, en comparación con el año anterior. Esto significa que la economía alemana se ha contraído por segundo año consecutivo. Se trata de la recesión más larga en más de 20 años. La última vez que la producción económica alemana cayó durante dos años seguidos fue en 2002/2003.
Tampoco se vislumbra un repunte. El Gobierno alemán ha rebajado esta semana su previsión de crecimiento para 2025 al 0,3 %, tras vislumbrar un crecimiento del 1,1 % meses atrás.
El banco central y el Consejo Alemán de Expertos Económicos, que asesoran al Gobierno, solo prevén un crecimiento del 0,2 % y el 0,4 %, respectivamente. Recién en 2026, el Gobierno augura un crecimiento económico más fuerte, del 1,1 %.
La economía alemana apenas crece desde hace años y se queda rezagada en la comparación internacional. Según el Instituto Ifo, el PIB ajustado a los precios en 2024 era solo ligeramente superior al de 2019, antes de la pandemia de coronavirus.
Alemania vive por tanto «la fase de estancamiento más larga de la historia de la posguerra», indicó la entidad.
La crisis afecta cada vez más al mercado laboral. Casi todos los sectores industriales quieren arreglárselas con menos empleados, según el Instituto Ifo. Las empresas de la industria y el comercio en particular tienden a recortar puestos de trabajo.