En primer lugar, en la mayoría de los países la ratio de deuda pública “parece que alcanzará su punto máximo este año y disminuirá gradualmente en los próximos años”, señalan los expertos, si bien “terminará por encima de los niveles prepandémicos”. EEUU y Francia podrían ser excepciones, ya que es probable que continúe una tendencia ascendente, “pero incluso en estos países el aumento será relativamente moderado”.
“Este panorama relativamente benigno refleja que muchas de las medidas fiscales son de carácter temporal, mientras que se espera que el crecimiento económico se recupere con fuerza”, analizan los expertos del banco holandés en un informe. Mientras tanto, “se espera que la carga del servicio de la deuda se mantenga baja, suponiendo una normalización gradual de los tipos de interés”. De este modo, “aunque la deuda seguirá siendo relativamente alta, la capacidad de pago de los gobiernos probablemente seguirá siendo sólida”.
Otro factor a tener en cuenta es que, más allá de los tipos de interés, los altos niveles de deuda normalmente se asocian a un menor crecimiento económico a lo largo del tiempo. Sin embargo, “creemos que esta vez es realmente diferente”. Schuiling, Diviney y Kounis piensan que “es difícil argumentar que las medidas gubernamentales han desplazado al sector privado”. Más al contrario, “habrá considerablemente menos cicatrices económicas a largo plazo” gracias a las medidas de apoyo fiscal. Además, “dejando a un lado los períodos de crisis, hay pruebas claras de que la inversión pública puede impulsar el potencial de crecimiento de una economía”.
“En general, en las circunstancias actuales, los altos niveles de deuda no son una preocupación y de hecho serán una fuerza para el bien en el sentido de que probablemente conducirán a mejores resultados económicos que si los gobiernos fueran frugales”, valoran los expertos de ABN Amro.
“Por supuesto, tipos de interés considerablemente más altos podrían cambiar este panorama”, reconocen. En ese sentido, “si la inflación aumenta más de lo esperado, los tipos deberán ir muy por encima de los niveles normales para desacelerar la economía y hacer que la inflación vuelva a bajar”. “Dicho esto, los costes del servicio de la deuda se ven afectados significativamente solo si el aumento de las tasas dura muchos años, ya que el vencimiento medio de la deuda es largo”.
Por lo tanto, “necesitaríamos ver un aumento grande, duradero y obstinado de la inflación para que las tasas de interés se mantengan lo suficientemente altas durante el tiempo suficiente para generar un aumento problemático en los costos del servicio de la deuda”.
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