Además, este impacto sanitario supone un coste anual superior a 850 millones de euros.
Las regiones más afectadas por la contaminación
El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment (STOTEN), ha sido llevado a cabo por la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano de la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII. La investigación analiza la relación entre la contaminación atmosférica y las temperaturas extremas en el número de ingresos hospitalarios urgentes, concluyendo que la contaminación tiene un impacto once veces mayor que las olas de calor o frío.
Los resultados reflejan que las comunidades más afectadas son Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana. En estas regiones, los contaminantes más vinculados a los ingresos hospitalarios son:
- Ozono troposférico (O₃) en la Comunidad Valenciana: responsable de 7.500 ingresos anuales.
- Dióxido de nitrógeno (NO₂) en Madrid y Cataluña: con 8.200 y 6.300 ingresos urgentes al año, respectivamente.
El papel de las temperaturas extremas en la salud
El estudio también ha evaluado los efectos de las olas de calor y frío, estimando que generan 5.300 ingresos hospitalarios anuales. Sin embargo, esta cifra es significativamente menor en comparación con la contaminación:
- 1.200 ingresos hospitalarios estarían vinculados a olas de calor.
- 4.100 ingresos estarían relacionados con olas de frío.
Según los investigadores, estos datos indican que los efectos de la contaminación pueden agravar aún más los riesgos para la salud durante períodos de temperaturas extremas.
Recomendaciones para mejorar la salud pública
Los científicos responsables del estudio, Julio Díaz y Cristina Linares, insisten en la necesidad de incorporar la contaminación atmosférica en los planes de prevención frente a olas de calor y frío. Al conocer el impacto inmediato de la contaminación en la salud, podrían adoptarse medidas urgentes para reducir los efectos perjudiciales de episodios de alta polución.
Conclusiones: una amenaza urgente para la salud pública
Este estudio complementa investigaciones previas del ISCIII que han analizado la relación entre la contaminación y distintos problemas de salud, como trastornos mentales, ansiedad y depresión. En algunos casos, se ha observado que la contaminación influye más en la morbilidad y mortalidad que las propias temperaturas extremas.
Los hallazgos refuerzan la importancia de políticas de reducción de emisiones y de planes de acción más estrictos en momentos de alta contaminación para mitigar el impacto en la salud pública y en la economía del sistema sanitario.