A pesar de la mejora en el índice de confianza empresarial, Clemens Fuest, presidente del Ifo, ha señalado que, si bien las empresas se mostraron más optimistas sobre su situación actual, las expectativas eran más pesimistas y la incertidumbre empresarial ha aumentado. “La economía alemana se prepara para una turbulencia”, ha afirmado, según Europa Press.
La encuesta de abril, realizada con la participación de empresas de los sectores manufacturero, de servicios, comercio y construcción, muestra una mejora hasta los 86,4 puntos de la evaluación de la actual coyuntura económica en Alemania, frente a los 85,7 de marzo, su mejor lectura desde agosto del año pasado.
De su lado, sin embargo, las expectativas de los empresarios germanos han empeorado ligeramente en abril, con un resultado de 87,4 puntos, frente a los 87,7 del mes anterior.
“Las empresas alemanas parecen poco impresionadas por las recientes tensiones comerciales, al menos por ahora”, apunta Carsten Brzeski, economista de ING Research, para quien la caída de las expectativas fue leve, dado el considerable impacto que los aranceles estadounidenses podrían tener en la economía alemana, recoge la citada agencia.
“La economía alemana se encuentra en medio de dos acontecimientos sísmicos: un Gobierno entrante, que parece carecer de grandes ambiciones en materia de reformas estructurales, pero que tendrá acceso a un margen fiscal sin precedentes para inversiones en infraestructura y defensa, y los aranceles estadounidenses, así como cambios fundamentales en el comercio y la geopolítica”, plantea el experto.
En este sentido, considera que, al menos a corto plazo, los aspectos negativos superarán a los positivos.