Según recoge Financial Times, los mayores bancos europeos cotizados se han comprometido a repartir 74.000 millones de euros en dividendos y a destinar 47.000 millones en la recompra de acciones, lo que supone un aumento del 54% respecto a las devoluciones de capital del año anterior, muy superior a todos los años desde al menos 2007, según cifras recopiladas por UBS.
Las recompras han sido la mayor fuente de crecimiento en los últimos tres años. Los bancos han aprovechado sus beneficios récord —sobre todo por la diferencia entre los intereses que pagan por los depósitos y los que reciben por los préstamos— para recomprar acciones a precios reducidos.
Entre los anuncios de distribución más llamativos de este año se encuentra el de la italiana UniCredit, que se ha comprometido a pagar 8.600 millones de euros —todas sus ganancias en 2023— a los inversores. Incluso Monte dei Paschi di Siena, tutelado por el Estado, anunció su primer dividendo en 13 años.
En España, BBVA, CaixaBank, Banco Santander y Sabadell repartirán más de 10.000 millones de euros entre sus accionistas. El mayor desembolso será el de BBVA, con 4.000 millones de euros, tras elevar un 22% sus beneficios, hasta los 8.019 millones.
En cualquier caso, los analistas han advertido de que el nivel de retorno a los accionistas empezará a descender el año que viene, a medida que los bancos centrales vayan recortando los tipos de interés y los bancos se vean obligados a buscar otras líneas de ingresos.
En los dos últimos años, los reguladores europeos se han mostrado más permisivos con las recompras de acciones a medida que los bancos han ido acumulando sólidos niveles de capital, pero el escenario podría cambiar con retornos para los accionistas superiores a los beneficios anuales de los bancos.