Solamente en el mes de diciembre, el volumen de nuevas hipotecas concedidas fue de 6.877 millones de euros, el mayor nivel desde julio, que a su vez fue el mayor volumen concedido desde diciembre de 2010.
Pese al abultado volumen en concesión de créditos, la cartera hipotecaria española no creció al mismo ritmo debido a las amortizaciones. En concreto, el ‘stock’ hipotecario cerró diciembre en 497.889 millones de euros, lo que supone un incremento de 2.903 millones de euros.
Respecto al interés aplicable a las nuevas operaciones, el tipo TEDR (el tipo de interés del que informa Banco de España sin incluir gastos conexos como primas por seguros o comisiones que compenses costes) se situó en diciembre en el 2,90%. Esta cifra es 88 puntos básicos inferior a diciembre de 2023.
El tipo de interés TAE, en cambio, se situó en diciembre en el 3,02%, frente al 3,97% registrado un año antes. La banca no estaba concediendo crédito hipotecario tan barato desde noviembre de 2022.
Si se cuenta el tipo de interés de todo el ‘stock’ hipotecario español, y no solo de las nuevas operaciones, el tipo medio ponderado a cierre del año fue del 3,32%, lo que supone un descenso de 39 puntos básicos respecto a un año antes.
Este descenso gradual de los tipos de interés aplicables está relacionado con la reducción de los tipos de interés que marca el Banco Central Europeo (BCE). En 2022, los tipos pasaron de estar en negativo a escalar hasta el 2% en el caso de la facilidad de depósito. En 2023, el precio del dinero siguió subiendo y cerró el año en el 4%.
Durante el año pasado, los tipos se mantuvieron en ese 4% durante el primer semestre, aunque ya en junio comenzaron a bajar y finalizaron el ejercicio con cuatro descensos de 25 puntos básicos, hasta el 3%. La semana pasada, el 30 de enero, el BCE decidió volver a bajar los tipos, hasta el 2,75%.
Esta evolución se ha hecho notar también en el Euríbor, que es una tasa de referencia del mercado de préstamos interbancarios al que la mayoría de bancos referencian las hipotecas con tipo de interés variable. Durante la primera mitad de 2024, esta tasa rondó el 3,7%, aunque desde que comenzaron las bajadas de tipos fue a la baja hasta situarse en diciembre en el 2,44%.
No obstante, a futuro, algunas estimaciones apuntan a que el precio no descenderá mucho más. «Aunque reconocemos la debilidad de la economía de la eurozona, creemos que será difícil que los tipos bajen mucho más a partir de ahora. Los problemas económicos de la zona euro tienen poco que ver con los tipos», explican los analistas de Ebury.
Pero aparte del récord en concesión de volumen de crédito hipotecario, durante 2024 también se registró un notable incremento en compraventas de vivienda. Según los datos del Colegio de Registradores, durante el año pasado se realizaron 636.909 compraventas de vivienda, con un incremento interanual del 9,2%. Se han registrado 505.145 compraventas en vivienda usada, con un ascenso interanual del 6,4%. En vivienda nueva se han alcanzado 131.764 compraventas, con un incremento del 21,6% con respecto a los doce meses precedentes.
Respecto a los precios, la vivienda registró un precio medio de 2.164 euros por metro cuadrado en el cuarto trimestre de 2024, lo que supone un 10,2% más que en el mismo trimestre del año pasado.
Asimismo, los registradores inscribieron 435.328 hipotecas sobre vivienda en 2024, un 13,4% más que al año anterior. De este volumen, el 90,6% corresponde a la banca, y el otro 9,4% a otro tipo de entidades financieras. De esta forma, el 68,4% de las viviendas se han comprado con un crédito de este tipo, mientras que el 31,6% se ha realizado sin ningún tipo de financiación.
«El mercado español está cada vez más influenciado por una oferta insuficiente que no logra satisfacer la creciente demanda», ha explicado el consejero delegado del bróker hipotecario Gibobs, Jorge González-Iglesias.
«Esta escasez junto con la bajada de tipos ha llevado a un aumento en los precios y ha impulsado a muchos compradores a optar por viviendas de segunda mano, que además se presentan como una alternativa más económica en comparación con las nuevas construcciones. A medida que la demanda sigue superando la oferta, especialmente en áreas urbanas clave, es probable que esta presión sobre los precios continúe en 2025», ha pronosticado el experto.