«Se espera que la demanda global total de carbón en 2023 no cambie y se sitúe en unos 8.388 millones de toneladas (+0,4%)», indica el documento.
Los autores del informe explican que el aumento o la disminución de esa demanda en 2023 dependerá de las condiciones climáticas y «del estado económico de los principales países consumidores de carbón».
La AIE indica que en la primera mitad de este año la demanda de carbón aumentó aproximadamente un 1,5% en términos anuales, o en alrededor de 4.665 millones de toneladas, lo que se basa en un crecimiento del 1% en la generación mundial de electricidad y del 2% en el sector no energético.
Al mismo tiempo, se espera que la producción mundial de electricidad en termoeléctricas de carbón disminuya en la segunda mitad del año, compensando el crecimiento mostrado en la primera mitad del año.
La AIE también cree que la demanda mundial de carbón se mantendrá estable en 2024, con un posible descenso de solo un 0,1%, hasta alcanzar los 8.380 millones de toneladas. La agencia espera además una disminución del 1% en la demanda de electricidad a causa del incremento continuo de la generación de energía renovable.
Al mismo tiempo, se augura un ligero crecimiento en el sector industrial, de alrededor del 1,5%, ya que las economías de los países asiáticos muestran un crecimiento considerable.
Además, se espera un mayor crecimiento de la producción mundial de carbón este año, impulsado por su fuerte aumento de la demanda en China, la India e Indonesia en la primera mitad del año, que compensa la disminución de la producción en Estados Unidos y la Unión Europea.
En la primera mitad de 2023, según la AIE, también se espera una recuperación de la producción de ese combustible en Rusia.