En concreto, la participación del 2,991% de la entidad bancaria se distribuye entre un 0,155% de derechos de voto atribuidos a las acciones y un 2,836% a través de instrumentos financieros, que fueron notificados al supervisor el pasado 30 de agosto, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) consultados por Europa Press.
JPMorgan Chase mantiene 12,74 millones de acciones de Grifols, que al precio actual de mercado (unos 9,92 euros en el Ibex 35 a las 9.40 horas de este lunes) tienen un valor superior a los 126,43 millones de euros.
Esta nueva notificación a la CNMV se ha producido después de que el jueves pasado, 29 de agosto, se conociese que Brookfield ha mantenido conversaciones con el fondo ADQ de Emiratos Árabes Unidos y el GIC de Singapur, si bien no se ha llegado por el momento a ningún tipo de acuerdo.
A su vez, hace casi dos semanas se conoció mediante filtraciones que Brookfield estaría buscando una financiación de unos 10.600 millones de dólares (9.500 millones de euros) para poder lanzar la OPA junto a la familia Grifols por la compañía farmacéutica.
El objetivo de ese dinero sería la refinanciación de la deuda que tiene Grifols y que incluye préstamos y bonos ‘high yield’, recoge la citada agencia.
En concreto, estos fondos serían necesarios, ya que la OPA supondría la activación de una cláusula que tienen los bonos de Grifols por la que los tenedores podrían solicitar a la compañía la devolución del capital invertido en su valor nominal, es decir, por encima del valor de mercado que tienen algunos de estos bonos, que han visto mermar su precio ante las caídas que la empresa ha experimentado desde el ataque del fondo bajista Gotham City Research en enero.
Las acciones de la firma de hemoderivados han cerrado el lunes con una leve subida del 0,25% en Bolsa, hasta los 10,045 euros. Y lo han hecho después de que en algunos momentos de la mañana sus títulos hayan llegado a caer más de un 1%.