Desde el 12 de noviembre de 2011, Italia no ha vuelto a tener un primer ministro votado por los ciudadanos. En aquella ocasión, Silvio Berlusconi renunció a su cargo y dio paso al tecnócrata Mario Monti. Después fue turno para Enrico Letta, Matteo Renzi y Paolo Gentiloni, en última instancia. Ninguno de ellos llegó a primer ministro con los votos directos de los ciudadanos.
Seis años y medio han pasado desde que Silvio Berlusconi dimitiera. Seis años y medio desde el último primer ministro italiano votado en las urnas. Una realidad muy criticada durante ese tiempo por el Movimiento Cinco Estrellas y que ahora parece perpetuar con la propuesta de Giuseppe Conte.
El partido liderado por Luigi Di Maio y la Liga de Matteo Salvini han acordado investir a Conte como primer ministro de Italia, un abogado y profesor de Derecho en la Universidad de Florencia totalmente desconocido para la población italiana.
A falta de que el presidente del país, Sergio Mattarella, dé el visto bueno a Conte, éste se convertiría en el primer ministro número 65 en 72 años y el quinto consecutivo que no ha sido no votado en las elecciones.