La disposición de componerla se tomó después de que un juzgado de Roma no apoyara el mantenimiento de un grupo de inmigrantes en el centro de estancia provisional abierto por Italia en el norte de Albania.
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, calificó el proceder de los jueces como preconcebido y convocó anoche a una reunión para «eliminar esta traba», subrayando que el juzgado no estaba facultado para decidir cuáles países son seguros y cuáles no.
En la lista de los primeros fueron incluidos Albania, Argelia, Bangladés, Bosnia y Herzegovina, Cabo Verde, Costa de Marfil, Egipto, Gambia, Georgia, Ghana, la no reconocida República de Kosovo, Macedonia del Norte, Marruecos, Montenegro, Perú, Senegal, Serbia, Sri Lanka y Túnez.
Según informó en rueda de prensa el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, de la lista inicial fueron excluidos Camerún, Colombia y Nigeria, «por tener ciertos problemas en sus territorios».
El periódico Repubblica informó este martes que la aprobación de esta disposición evidencia la existencia de una confrontación entre el Gobierno y las autoridades judiciales, por lo cual se necesitó la injerencia del presidente de Italia, Sergio Mattarella, como garante de la Constitución y de la unidad nacional, quien instó a las instituciones del país «a cooperar, buscar puntos de contacto y elaborar conjuntamente importantes decisiones».
Según ese medio, el Palazzo Chigi convenció al Gobierno a no entrar en confrontación con el derecho nacional y el europeo y usar formulaciones más suaves en la mencionada disposición.
A mediados de este octubre, Italia envió el primer grupo de inmigrantes irregulares a Albania, donde abrió bajo su jurisdicción nuevos centros de admisión y mantenimiento de tales personas.
La semana pasada, la sala especializada en inmigración de un juzgado de Roma no aprobó el traslado de 12 de los 16 inmigrantes a esos centros, afirmando que en los países de su origen – Bangladés y Egipto – no se les garantizará la seguridad.
