La ofensiva, reactivada tras la ruptura del alto el fuego con Hamás en marzo, eleva la cifra total de fallecidos a más de 51.000, con miles de heridos y una situación humanitaria cada vez más crítica.
Al menos 23 palestinos han muerto este martes como consecuencia de una nueva ola de bombardeos llevada a cabo por el Ejército israelí en distintos puntos de la Franja de Gaza, en el marco de una ofensiva que no cesa y que ha dejado ya más de 51.000 víctimas mortales desde marzo.
Un martes sangriento en Gaza
El diario Filastín, vinculado al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), ha citado fuentes médicas que confirman que durante esta jornada han muerto al menos 23 personas, incluyendo un niño en Jan Yunis, en el sur del enclave.
Los ataques también han golpeado con fuerza el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, y la ciudad de Gaza, al norte, donde se ha reportado la muerte de al menos tres miembros de una misma familia.
Los bombardeos israelíes han impactado zonas densamente pobladas, elevando el número de víctimas y dejando múltiples estructuras reducidas a escombros.
La cifra de muertos supera los 51.000 desde marzo
Desde que el pasado 18 de marzo Israel rompiera el alto el fuego con Hamás, los bombardeos se han intensificado de forma dramática. Según el último balance del Ministerio de Sanidad gazatí, el número total de muertos asciende ya a 51.000 personas, mientras que se contabilizan más de 116.000 heridos.
Las autoridades advierten de que las cifras son provisionales, ya que muchas víctimas podrían seguir sepultadas bajo los escombros o en zonas todavía inaccesibles para los servicios de emergencia.