La canciller alemana asegura ahora que no tiene la mayoría en Estrasburgo y que, por eso, se deben barajar más nombres aptos a presidir la Comisión Europea. Angela Merkel propuso como candidato del Partido Popular Europeo a presidir la Comisión Europea a Jean-Claude Juncker en detrimento del comisario francés Michel Barnier. Sin embargo, y una vez ha obtenido la victoria, la líder alemana ha explicado que pese a su apoyo inicial ahora debe cumplir con los Tratados Europeos y por eso no puede nombrar directamente a ningún candidato.
«El PPE es el partido más fuerte del Parlamento Europeo y Jean-Claude Juncker es nuestro candidato, pero ningún partido tiene mayoría por sí solo en el Parlamento Europeo, así que tenemos que mirar a un panel más amplio de personas adecuadas», ha afirmado Merkel en la rueda de prensa celebrada tras la reunión informal de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea celebrada en Bruselas.
Además, Merkel ha advertido que proponer de forma automática a Juncker como presidente de la Comisión podría «no estar completamente en línea con la letra y el espíritu» del Tratado de Lisboa. Este indica que «teniendo en cuenta el resultado de las elecciones», el Consejo propondrá un candidato al Parlamento Europeo, que lo tendrá que votar por mayoría. «Como miembro del PPE apoyé a Juncker, pero como Canciller estoy condicionada por los Tratados», sentenció Merkel.
Por si no hubiera quedado suficientemente claro, Merkel lo explicó de otra manera distinta: «Hemos fijado una agenda de trabajo […] y esta puede ser cumplida por Juncker, pero también por muchos otros, y por eso tenemos que negociar».
Y por si todavía quedaba alguno con dudas puso un ejemplo práctico: «Si miramos la historia de la República Federal de Alemania ha habido situaciones en el pasado en las que la persona que fue elegida para ser canciller no representaba al partido mayoritario porque se lograron mayorías diferentes».