Las elecciones generales que celebrará Alemania el próximo día 22 de septiembre cuentan con el favoritismo absoluto de la actual canciller, Angela Merkel, a la que los expertos de JP Morgan ya dan casi seguro por ganadora.
Desde el punto de vista del votante Alemán, explican los expertos del gigante estadounidense, Merkel ha conseguido estabilizar la situación en Europa, limitando la exposición del contribuyente Alemán.
Los mercados financieros se han ido calmando, y los votantes creen que se ha conseguido sin necesidad de poner más recursos (dinero del contribuyente) para conseguir mantener a Europa unida, por lo que la oposición del SPD tiene poco que echarle en cara a Merkel en torno a la forma en la que Alemania ha manejado la crisis Europea, señala JP Morgan.
En lo que se refiere a la política doméstica, el SPD tampoco ha sabido diferenciarse claramente del CDU en sus propuestas, sin ofrecer una alternativa clara. Es la tercera campaña Electoral hacia la Cancillería de Merkel, y ya tiene mucha experiencia. Alemania tiene el desempleo en mínimos históricos, con una confianza del cosumidor aguantando a buenos niveles ayudada por unos salarios que por fin están subiendo tras una década bastante estancados.
No obstante, los expertos del banco estadounidense señalan que tras el debate televisado de este fin de semana entre Merkel y su principal contrincante, Peer Steinbruck, parece que en las encuestas de las últimas horas el SPD le está ganando algo de terreno al CDU. Aun así, la coalición entre los dos grandes partidos de centro derecha y de centro izquierda sigue siendo la opción más probable.
Para JP Morgan, a cambio del apoyo al CDU de Merkel, SPD insistirá en prestar más atención a algunos temas de subidas de impuestos a rentas más altas en Alemania, y solicitará nombrar al ministro de Finanzas, que podría ser Frank-Walter Steinmeier, el propio Steinbruck o Jorg Asmussen.
Aunque los analistas de JP Morgan esperan una política de continuidad, lo lógico será que la entrada del SPD (centro-izda) haga que el centro de gravedad de la coalición resultante con el CDU caiga un poco más a la izquierda que con el socio actual FDP (centro-drcha).
Por otro lado, un gobierno con un sesgo más de izquierdas en Alemania no tiene por qué estar más cerca de las ideas del Partido Socialista de Hollande en Francia, recuerdan los expertos, que consideran que el nuevo Gobierno no será más proclive a los eurobonos y mantendrá su postura sobre la unión bancaria.
La coalición con el partido de Steinbruck no es, además, la única posibilidad para Merkel, cuyo cambio de política frente a las nucleares tras el desastre de Fuskushima permite, por ejemplo, que si fuera necesario tuviera la opción de formar gobierno incluso con los Verdes si así lo necesitase.