Bruselas mantiene el pulso con Alemania. La Comisión Europea ha propuesto este miércoles asumir nuevos poderes para convertirse, a partir de 2015, en la autoridad única de la Unión Europea que tendrá el poder de decidir sobre la liquidación de los 6.000 bancos de la eurozona, incluso en contra de la voluntad del Estado miembro donde esté basada la entidad.
Según recoge Europa Press, Bruselas tendrá la última palabra, aunque las decisiones las preparará un comité ejecutivo con representantes del Banco Central Europeo (BCE) y de los Estados miembros.
Asimismo, en tanto que autoridad de resolución, Bruselas contará con un fondo, también único y prefinanciado con tasas a la banca, para cubrir los costes de las quiebras. En principio la dotación sería de 55.000 millones de euros, correspondientes al 1% de los depósitos cubiertos de la eurozona, y debería constituirse en un plazo inferior a diez años. Podrá contar con ayudas públicas si es necesario pero deberán recuperarse a posteriori con nuevas tasas bancarias.
Según ha defendido el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, el objetivo es garantizar que en caso de quiebras bancarias, especialmente las transfronterizas, las decisiones se adopten de forma rápida y eficaz. “Las crisis bancarias pueden propagarse rápidamente a través de las fronteras, enviando la confianza a una espiral descendente en la eurozona. También hemos visto como la quiebra de un gran banco transfronterizo puede conducir a una situación: la resolución de Dexia (el banco franco-belga que quebró dos veces) no es un modelo a emular”, ha indicado Barnier.
El mecanismo único de resolución es uno de los pilares básicos de la unión bancaria, cuyo objetivo es romper el “círculo vicioso” entre deuda bancaria y deuda soberana, y completará el papel del Banco Central Europeo (BCE) como supervisor único de los grandes bancos de la eurozona.
Sin embargo, los planes de Bruselas habían chocado incluso antes de presentarse con la oposición de Alemania, que, celosa de la intimidad de los polémicos ‘landesbanken’, asegura que una reforma de esta tipo requeriría una reforma de los Tratados de la Unión. Berlín sostiene que la creación de una autoridad única de liquidación, que en última instancia deberá decidir sobre cómo se reparte la factura entre los Estados miembros de una quiebra bancaria, exigiría una reforma de los Tratados. En su lugar, Alemania aboga por crear una red de autoridades y fondos de liquidación nacionales.
“Pido enérgicamente a la Comisión que en su propuesta de mecanismo único de resolución sea muy cuidadosa y se ciña a la interpretación limitada del Tratado”, avisó ayer el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que aboga en cambio por crear una red de autoridades y fondos de liquidación nacionales.