Croacia acaba de celebrar este lunes su primer día como miembro de la Unión Europea, tras casi una década negociando con Bruselas su entrada. Se convierte así en el vigésimo octavo miembro de pleno derecho y en el segundo país de los Balcanes occidentales en sumarse al club comunitario tras Eslovenia, que entró en 2007.
El país balcánico solicitó su entrada a la Unión Europea en febrero de 2003 y fue confirmado país candidato a la adhesión en marzo de 2004. Las negociaciones de adhesión entre ambas partes comenzaron formalmente en octubre de 2005, aunque no las concluyeron hasta junio de 2011.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE firmaron el Tratado de Adhesión con Zagreb el pasado 9 de diciembre de 2011 con vistas a que Croacia se convirtiera en el miembro 28 de la UE desde el 1 de julio de 2013, una vez los Estados miembros completarán sus procesos de ratificación parlamentaria para dar luz verde a su ingreso y desde entonces participa como país observador en las reuniones de la UE.
A su vez, el 66,27% de los croatas votaron a favor de entrar en la UE en referéndum el pasado 22 de enero de 2012 y el Parlamento croata ratificó su entrada el 9 de marzo.
Croacia, que se ha beneficiado de una ayuda comunitaria de 998 millones de euros desde 2007 del fondo de asistencia a la preadhesión, ha tenido que recorrer un largo camino hasta poder entrar en el club comunitario, cuya entrada ha sido amenaza en varias ocasiones por Eslovenia y por la falta de progresos para entregar a los criminales de guerra de la guerra de los Balcanes a la justicia internacional.