Una semana después de que la prensa internacional señalara el apagón de las protestas de los griegos y que el primer ministro, Andonis Samaras, empezaba a controlar la situación, la clausura de la corporación ha despertado de nuevo la indignación de los ciudadanos.
Cuando parecía que las aguas se calmaban en Grecia, el cierre de la televisión pública del país ha vuelto a sacar a la calle a los helenos. Una semana después de que la prensa internacional señalara el apagón de las protestas de los griegos y que el primer ministro, Andonis Samaras, empezaba a controlar la situación, la clausura de la corporación ha despertado de nuevo la indignación de los ciudadanos.
Los dos mayores sindicatos de Grecia han convocado una huelga general de 24 horas para este jueves en solidaridad del con los trabajadores de ERT. La Confederación General de Trabadores GSEE y el sindicato de los funcionarios, Adedy, quieren protestar así por el inesperado cierre de la corporación que cuenta con tres canales televisivos y varias radios
El Ejecutivo anunció que se reabriría la entidad con menos plantilla en unos tres meses. Según los medios locales, la nueva corporación contará con unos 700 empleados. Así, la empresa estatal se desprenderá de cerca de 2.000 trabajadores.
El portal especializado formultatv.com apunta además, citando a la web Ekathimerini, que la corporación recién clausurada reabrirá bajo el nombre de NERIT S.A. (New Hellenic Radio Internet y Televisión). Así lo habrían desvelado desde la página web de la secretaría general del Gobierno para las comunicaciones.
La nueva entidad se define como una empresa estatal de carácter público regulada por el Estado. Según el plan del gobierno al que hace alusión este medio, los ingresos de la corporación seguirán procediendo de las facturas de electricidad, aunque no se ha especificado el porcentaje exacto.
El pasado martes, el Gobierno griego anunció el cierre de ERT. El portavoz del Ejecutivo heleno, Simos Kedikoglu, informó que los casi 3.000 trabajadores de ERT serían despedidos y recibirán sus correspondientes indemnizaciones y confirmó que «sustituirá a la cadena un organismo público, moderno y con mucho menos personal».