El Gobierno de Islandia está intentando convencer a los tenedores de bonos del mayor banco hipotecario del país (HFF, por sus siglas en inglés) para que participen en su rescate.
«No es sólo un deber de las autoridades resolver los problemas del HFF, es un problema que tiene que ser abordado por todas las partes implicadas», declaró este miércoles en una entrevista telefónica con la agencia Bloomberg el ministro de Bienestar islandés, Eyglo Hardardottir. «Es importante que todos comprendan que tenemos un problema entre manos que no se va a evaporar, que necesita ser solucionado, y la única forma de hacerlo es mediante la cooperación», añadió.
El HFF ofrece hipotecas vinculadas a la inflación, y está perdiendo parcela de negocios ante la banca comercial (frente al Arion Banki y al Islandsbanki, sobre todo, que ofrecen créditos normales) porque, precisamente, este indicador se encuentra actualmente por encima del 3%. Así, muchos clientes han decidido marcharse en busca de alternativas que no impliquen un aumento sustancial de su propia deuda.
El ratio de capital del HFF era, a finales del 2012, del 3,2% del total de sus activos más arriesgados, según reconoció el propio banco en marzo. Esta cifra se encuentra por debajo del 5%, que es el mínimo exigido por el regulador nacional. El banco hipotecario tiene 4.000 millones de euros colocados en el mercado de bonos.
Islandia fue portada de toda la prensa internacional hace cinco años, cuando su sector bancario quebró dejando un agujero de 85.000 millones de dólares (algo más de 65.500 millones de euros). Ahora, las autoridades han dicho que el HFF será rescatado antes de declarar que no puede asumir sus compromisos con los acreedores.