El Gobierno griego parece haber ganado la batalla contra los profesores. Estos han decidido renunciar a la huelga que tenían planeada para mañana por la presión de las autoridades. Pretendían hacerla coincidir con los examenes de acceso a la Universidad.
«Hay compañeros que se enfrentan a ser despedidos», ha explicado el máximo representante del sindicato de profesores OLME, según ha informado la agencia AFP. El Gobierno invocó el domingo, por tercera vez este año, los poderes de emergencia que le permiten arrestar a trabajadores en situación de desobediencia civil.
Por su parte, el secretario general del sindicato de funcionarios ADEDY, Ilias Iliopoulos, condenó a principios de la semana las presiones del Gobierno a los profesores y ha llamado a todos los funcionarios públicos a participar en un paro de cuatro horas este jueves para «apoyar las demandas de los profesores».
Los poderes de emergencia del Gobierno son una competencia reservada para casos de emergencia para vetar huelgas. La Policía comenzó a repartir el lunes dichas órdenes, en las que se recoge que los docentes deben acudir al trabajo el día de comienzo de los exámenes.
El origen de las movilizaciones radica en la ampliación de la jornada laboral para los profesores -dos horas más a la semana- y la recolocación de 4.000 de estos empleados en zonas apartadas de Grecia donde hace falta personal. Según el sindicato de profesores OLME, las medidas repercutirán en el despido de 10.000 interinos una vez que expiren sus contratos.