Françoise Hollande y su Gobierno siguen en caída libre y hundidos en las encuestas. Hoy mismo han superado ‘in extremis’ una moción de censura.
La mayoría absoluta de que los socialistas disponen en la Cámara ha permitido al presidente galo salir victorioso del envite, pero fuera del parlamento ni el ni su gobierno logran superar el desencanto que su gestión parece haber generado en la población gala.
En los últimos sondeos, la popularidad del presidente apenas alcanza el 35%. Un 30% menos del 65% con el que inició su mandato y una cifra que, ni siquiera ha repuntado tras la declaración de guerra a Malí. Hasta Nicolas Sarkozy y Marine Lepen son más queridos por los votantes franceses en este momento.
Según la versión del líder de la derecha parlamentaria Jean-François Copé, de Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, el Gobierno avanza en caída libre hacia el abismo. Y eso sucede sólo diez meses después de que los franceses votaran por el cambio y entronizaran a Hollande.
Desde entonces, la principal desafección se habría producido entre los votantes de izquierdas que no encuentran en el Gobierno socialista apenas rastros del cambio prometido en la campaña electoral. Ni mucho menos un contrapeso real al poder de Merkel en la Unión Europea.