Los especuladores apuntan ahora contra Francia

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Los especuladores apuntan ahora contra Francia

Desde que comenzó la crisis del euro, allá por el año 2010, Francia ha aparecido mencionada de vez en cuando en informes elaborados por expertos, notas a clientes remitidas por bancos y especuladores financieros de toda índole al hablar de los países más frágiles de la región. En los últimos días esos comentarios han vuelto a cobrar especial relevancia.

«Para algunos inversores Francia es ahora la principal fuente de preocupación». Así lo señalaba a finales de la semana pasada la agencia de información financiera Dow Jones. La segunda economía del euro se contrajo un 0,3% en el último trimestre del año pasado; la inversión ha caído en picado y las exportaciones han reducido su ritmo de forma alarmante. En el conjunto de 2012, la economía gala se paralizó, mientras que un año antes registraba un crecimiento del 1,7%.

«El caso francés parece especialmente preocupante porque es uno de los países más influyentes de la zona pero mantiene grandes complicaciones que mezclan debilidad cíclica y debilidad estructural», ha explicado Holger Sandte, un economista que trabaja para el banco sueco Nordea. Este experto también ha comentado que un euro fuerte –la divisa comunitaria registró la semana pasada máximos frente al dólar y el yen japonés- perjudica a la economía gala.

La prueba de fuego, no obstante, tendrá lugar esta semana. El jueves, el Tesoro francés pretende colocar un mínimo de 7.000 millones de euros en bonos a medio plazo (dos, cuatro y cinco años). Depende de si lo consigue, y de cómo lo consigue, los ataques contra Francia podrían comenzar a ganar intensidad. Ese mismo día también acudirá a los mercados el Tesoro Público español. Ambas subastas estarán dominadas por la atención que los inversores prestarán en todo momento a Italia. El país mediterráneo se enfrenta a elecciones anticipadas el próximo fin de semana y nadie puede predecir quién gobernará el país a partir de entonces.

Desde París, el Gobierno que preside el socialista François Hollande hace todo lo posible por disipar los rumores que apuntan a que el país no va a volver a experimentar crecimiento económico durante una buena temporada. Este mismo lunes el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, ha asegurado que va a hacer todo lo que esté en su mano por mantener la confianza de los inversores internacionales.

Hollande ha tenido que afrontar, en los aproximadamente nueve meses que lleva gobernando el país, varias crisis de carácter social. Por un lado se enfrentó a las grandes fortunas del país, generando que muchas de ellas decidiesen trasladarse a otros lugares –a Bélgica, por ejemplo- con tal de no pagar la tasa impositiva que el líder socialista quería imponer. Por el otro, tuvo que hacer frente a las grandes empresas galas, y sobre todo a las del sector del automóvil, ante la ola de despidos que han anunciado y llevado a cabo en los últimos meses. Muchas de estas empresas han decidido trasladar sus fábricas a otros países, como por ejemplo España, buscando costes de producción más asequibles.

De momento la prima de riesgo francesa se mantiene estable en torno a los 65 puntos básicos, con sus bonos a diez años ofreciendo en los mercados secundarios de la deuda un interés del 2,27% (en comparación al 5,25% que ofrecen los papeles soberanos españoles con el mismo vencimiento).

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