La política italiana es un laberinto de pasillos oscuros. Los partidos están enfrascados en sus habituales luchas internas mientras el gobierno que lidera el tecnócrata Mario Monti sigue adelante con su agenda de recortes. La tensión social crece, y las últimas noticias apuntan a que en las elecciones que tendrán lugar dentro de cuatro meses se podrá votar al ex primer ministro Silvio Berlusconi, porque parece que se presenta.
«Creo que es correcto que alguien que tuvo el honor de dirigir el Gobierno italiano durante casi diez años reflexione sobre la manera de lograr esta modernización de Italia, esta revolución liberal», ha declarado Berlusconi en su canal de televisión, Canale 5, en referencia a la completa transformación que, según él, necesita Italia. Al mismo tiempo la actual ministra de Interior, Annamaria Cancellieri, decía lo siguiente: «La difícil situación económica se trasladará a la calle. El momento es muy, muy delicado. Se avecinan días muy difíciles».
Berlusconi ha afirmado que su decisión de volver a presentarse dependerá de su rival. Es decir, de quién pondrá voz y cara al Partido Demócrata. Esta formación ha celebrado este fin de semana la primera vuelta de sus primarias en las que su actual líder, Pier Luigi Bersani, se ha colocado a la cabeza frente a su rival más joven, Matteo Renzi, a falta de la segunda vuelta el próximo domingo. Sin embargo, Renzi, de 37 años y alcalde de Florencia, tiene cada vez más apoyo entre el electorado, lo que podría ser un obstáculo para el regreso de Berlusconi, si obtiene la victoria.
«Con Renzi, Italia podría tener un partido socialdemócrata como hay en Alemania y Reino Unido», ha destacado el ex primer ministro. Después de que a finales de octubre, Berlusconi descartase encabezar a su partido, Pueblo de la Libertad (PDL), en las próximas elecciones, el secretario general del PDL, Angelino Alfano, ha reaccionado a este nuevo giro de los acontecimientos y ha señalado que «no tendría mucho sentido» que el ex primer ministro rivalizara contra él en las primarias del PDL.
