El auge del independentismo en Flandes, lejos de generar tensión en los mercados de la deuda, no ha logrado afectar a la cotización de la prima de riesgo belga, que se situaba este mediodía en los 89 puntos básicos. Una diferencia sustancial en comparación a los 235 puntos básicos que registraba hace un año.
El líder de los independentistas Nueva Alianza Flamenca (N-VA), Bart de Wever, se alzó este domingo con la alcaldía de la capital económica de Bélgica, Amberes, y reclamó al primer ministro de Bélgica, el socialista Elio Di Rupo, una nueva reforma del Estado para dotar a Flandes de más autonomía.
Al margen de esta situación política, el bono a diez años belga se ha encarecido ya hasta ofrecer a los inversores internacionales una rentabilidad en los mercados secundarios del 2,36%. Hace un año, esta cifra era del 4,45%. Cuanto más caro es un bono, menor es el interés que ofrece. Es decir, a mayor precio, menos le cuesta al emisor de ese bono financiarse.