Bruselas ha vuelto a alinearse con Berlín en un movimiento que elimina cualquier esperanza de que la Cumbre de Jefes de Estado de los próximos días 18 y 19 abra un camino para avanzar hacia la resolución definitiva de la crisis de España y el resto de los países periféricos de la UE. Además, presionan para que el nuevo rescate quede aplazado hasta después de las elecciones de EEUU.
La Comisión ha rebajado sustancialmente los postulados del pacto labrado en la Cumbre Europea de junio, especialmente en lo tocante a la aceleración de la Unión Bancaria y, en paralelo, a la posibilidad de que los préstamos del fondo de rescate para recapitalizar el sistema financiero español se otorgaran a las propias entidades con problemas.
Ya no será así, porque, como también ha reconocido el presidente del BCE, Mario Draghi, al menos hasta enero de 2014 no podrá estar constituida la supervisión bancaria única que es la piedra angular para que los créditos lleguen directamente a las compañías financieras con problemas.
Esta eventualidad vuelve a alejar también en el tiempo, quizá otro mes, según algunas versiones, la eventualidad de que España pida un segundo ‘rescate’ para activar el mecanismo de compra de bonos del BCE.
Muchos creen que, como decíamos al principio, no habrá novedades al menos hasta después de las elecciones de EEUU previstas para el próximo 6 de noviembre. Una fecha demasiado alejada en el tiempo para el primer ministro italiano Mario Monti que también ve cada vez más cerca la posibilidad de que su país se vea obligado a solicitar un plan rescate a la UE.