Las empresas colombianas han encontrado un mercado cercano en el que invertir su dinero. Por los movimientos de fusiones y adquisiciones que se están realizando en las últimas semanas, se puede afirmar lo siguiente: a Colombia le gusta Centroamérica.
Uno de los movimientos más sonados en las últimas fechas, ha sido la adquisición de los bancos BAC y HSBC por parte de las entidades colombianas Aval y Bolívar. El coste de esta compra ha sido de 2.700 millones de dólares (2.172 millones de euros).
Según algunos analistas internacionales, esta expansión hacia sus vecinos del norte tiene varias explicaciones. La más simple y a la vez quizá la de más peso es el factor del idioma. Al compartir el español, las transacciones son mucho más sencillas. Además, los expertos creen que la idiosincrasia cultural católica y que tengan las mismas raíces, también influyen en este desembarco colombiano.
El Grupo Empresarial Antioqueño, uno de los más importantes de Colombia, fue una de las primeras empresas que se decidió a entrar al mercado centroamericano con la compra en 1998 de compañías de seguros en El Salvador y Panamá.
Siguiendo con un poco de historia de estas compras, en 2001 el grupo Bavaria compró las cervecerías panameñas en una importante operación. Otro movimiento importante fue en 2006, cuando Bancolombia decidió comprar el Banco Agrícola salvaroreño.
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