La Corte de Justicia Europea ha ordenado a Francia a devolver 4.000 millones de euros que en impuesto que la hacienda gala había cobrado a los poseedores de acciones de empresas internacionales. La razón es que Francia estaba dificultando la libre circulación de capitales dentro de la Unión Europea.
Al parecer, estos dividendos de acciones foráneas habían estado tributando al 30% mientras que las galas estaban exoneradas de pagar esos impuestos. Esta devolución se hará de manera retroactiva a todos los inversores del periodo comprendido entre los años 2004 y 2012.
Según la prensa del país vecino, esta imposición comunitaria sin duda le va a dificultar bastante más el desarrollo de los presupuestos al gobierno socialista que va a presentar en los próximos días el reciente presidente electo de la república, François Hollande.
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