François Hollande empieza a sentir el marcaje de los mercados de deuda. Conforme avanza el tiempo el interés de los bonos franceses aumenta, a pesar de que el líder socialista ha prometido dar prioridad a la transparencia de las cuentas públicas para que no sucedan hechos como el acontecido en España con el déficit público.
El interés ofrecido por el bono francés a dos años era del 0,68% al mediodía de este miércoles. El pasado lunes, recién elegido ganador Hollande, la rentabilidad se situaba en el 0,55%. En el largo plazo los costes de financiación para Francia también han aumentado; de un rendimiento en el diez años del 2,80% a principios de la semana hasta un 2,88% este miércoles. En el mercado bursátil las noticias tampoco eran buenas: la Bolsa de París caía poco antes del cierre un 1,20%.
El primer presidente socialista galo de los últimos 17 años ha prometido mantener el compromiso de Nicolas Sarkozy para reducir el déficit público, aunque a diferencia del líder conservador Hollande apuesta por incluir la palabra «crecimiento» en la política económica de la Unión Europea y, en concreto, de la zona del euro. Por ello se espera un enfrentamiento entre París y Berlín en el corto plazo. La canciller alemana, Angela Merkel, es una firme partidaria de priorizar las políticas de austeridad.
Por su parte, la portavoz del actual Gobierno francés en funciones, Valerie Precresse, ha asegurado que Hollande no se encontrará ningún agujero en las cuentas públicas y ha invitado al político socialista a pedir una auditoría puesto que «no va a encontrarse con ninguna sorpresa».