En Italia, cada 24 horas, alguien se quita la vida por culpa, en teoría, de la crisis económica. Esa es la conclusión que se desprende de los datos facilitados por Eures, la red creada por la Comisión Europea para facilitar la movilidad laboral en la región. El país mediterráneo tiene una tasa de paro del 9,2%.
Según ese organismo, que ha elaborado un informe titulado «El suicidio en Italia en tiempos de crisis», sólo en el año 2010 se quitaron la vida en Italia 362 desempleados y ya el año anterior, 2009, fueron 357 los parados que recurrieron al suicidio.
Se trata de un fortísimo incremento respecto a las cifras de los tres años precedentes, cuando la media de los desocupados que optaban por suicidarse era 270 al año, reseñó ayer el diario El Mundo.
En total, entre 2008 y 2010 los suicidios entre los desempleados aumentaron en Italia un 39,2%. Y la cifra aún fue más alta si el análisis se centra en aquellas personas que tenían un trabajo y lo perdieron: en ese colectivo los suicidios crecieron un 44,7%.