Son varios los políticos franceses que han colaborado en el pasado con el actual presidente, el conservador Nicolas Sarkozy, y con el ex presidente, el también conservador Jacques Chirac, los que han reconocido que votarán en estas elecciones al actual candidato socialista a la presidencia de Francia: François Hollande.
Por ejemplo Corinne Lepage. La ex ministra de Medio Ambiente con Chirac anunció que votará por Hollande. «Siempre dije que no quiero que Nicolas Sarkozy sea reelegido. Es importante que haya un polo realista, más allá de la izquierda, que apoye a François Hollande», explicó.
Otro caso parecido es el de Martin Hirsch, ex alto comisionado para la Solidaridad y uno de los símbolos del período de apertura del Gobierno de Sarkozy. Hirsch también anunció que «tiene la intención de votar por François Hollande».
Además, según declaró a la prensa el historiador Jean-Luc Barré, allegado de Chirac, el propio ex presidente conservador va a votar por el candidato socialista y contra su propio campo. Según Barré, Chirac y Hollande «tienen en común el mismo apego a los valores republicanos y el rechazo a todas las formas de extremismo y de discriminación».
Sus declaraciones, por cierto, han provocado según los medios locales una airada reacción de Sarkozy, quien estimó «triste» que algunos quieran «hacer hablar» a su predecesor. El actual presidente de Francia cuenta con fuertes apoyos en el extranjero; la canciller Angela Merkel y el primer ministro británico, David Cameron, han dicho apostar por él. Claro que ninguno de los dos tiene derecho a voto.