Los responsables de la Federación Unitaria de Petroleros, el mayor sindicato del sector en Brasil ha presentado una demanda civil contra la compañía estadounidense Chevron a la que acusa de haber tenido una clara responsabilidad en una fuga petrolera que se produjo en noviembre.
El accidente se produjo en un área denominada Campo de Frade a unos 120 kilómetros de la costa y supuso el derrame de unos 3.000 barriles de petróleo en una zona amplia de la franja Atlántica.
Para los sindicalistas la falta de medidas de seguridad y el reiterado incumplimiento de los protocolos estarían detrás de aquel desastre y exigen al Gobierno brasileño que le revoque a la petrolera estadounidense las concesiones que posee, de modo que no pueda continuar con sus trabajos de exploración y extracción de petróleo en aguas profundas.
El líder sindical, Joao Antonio Morales aún ha ido más lejos y ha asegurado que “Chevron no está preparada técnicamente para trabajar en busca de hidrocarburos en aguas profundas. Sobre todo si, como es el caso, se trata de exploraciones realizadas en un area especialmente sensible en sus aspectos medioambientales.
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