Las empresas del Reino Unido repartieron 67.800 millones de libras (unos 81.500 millones de euros) en dividendos el año pasado y superaron de este modo el récord alcanzado en 2008. Las empresas mineras y BP impulsaron los pagos.
British Petroleum repartió entre sus accionistas 3.600 millones de libras tras haber cancelado los pagos de dividendo en 2010 como consecuencia del desastre del Golfo de México. La compañía más espléndida con sus accionistas fue la también petrolera Royal Dutch Shell, que distribuó 6.700 millones de libras.